Cómo prevenir y tratar la mosca blanca

Cuando hablamos de mosca blanca, muchas personas podrían pensar en algún tipo de mosca común; pero en realidad no son moscas, sino que pertenec
en a un grupo de insectos llamados homópteros, que incluye especies tan conocidas como las cigarras, los pulgones o las cochinillas. La mosca blanca concretamente pertenece a la familia de los aleuródidos (Aleyrodidae), de la que forman parte más de 1.500 especies de mosca blanca.

Estos insectos voladores parecen diminutas polillas blancas que miden aproximadamente 1-2 mm de largo en las hembras (los machos son más pequeños), con tres pares de patas y de dos o cuatro alas, dependiendo de la especie. El cuerpo está recubierto de una fina capa de secreciones de cera, en forma de polvo de aspecto harinoso (aleyron = harina) producido por unas glándulas ventrales. La más común en la marihuana es la Trialeurodes vaporariorum, cuyo cuerpo es ligeramente amarillento y tiene cuatro alas, que en estado de reposo quedan de forma paralela al cuerpo.

La mosca blanca se mueve rápidamente y se nota fácilmente que vuela alrededor de la planta infectada. Su ciclo de vida está en torno a los 10 y los 30 días; y durante este tiempo pueden llegar a reproducirse en varias ocasiones, poniendo las hembras entre 80 y 300 huevos cada vez, por lo que su proliferación es muy rápida. Estos huevos se adhieren al envés de la hoja y no se desprenden fácilmente.

Pasados unos seis días estos huevos eclosionan y dan lugar a ninfas reptantes transparentes, prácticamente invisibles, que luego pierden las patas cuando comienza su etapa de pupa, que tiene 3 fases hasta que finalmente se convierte en adulto. Su rápido ciclo vital de apenas 3 semanas significa que las cosas pueden empeorar muy rápidamente cuando las condiciones son favorables.

Condiciones para la aparición de la mosca blanca

Esta plaga es mucho más frecuente en las épocas del año más cálidas (o cuando las plantas carecen de los nutrientes necesarios) por lo que se puede encontrar predominantemente en climas tropicales; y es particularmente problemática en invernaderos, donde las moscas blancas están protegidas de los depredadores, lo que les brinda la oportunidad perfecta para establecer una colonia. También pueden soportar condiciones de frío, lo que les permite reproducirse durante todo el año.

En el caso del cannabis suelen tener una mayor incidencia en los cultivos de interior, donde encuentran las condiciones más adecuadas para su desarrollo con temperaturas entre 20ºC y 27 ºC, precisamente el rango térmico donde la planta de marihuana se siente más cómoda. La humedad relativa alta, al igual que la falta de aireación, también favorecen su presencia. El exceso de nitrógeno en tus plantas también atraerá a la mosca blanca y otros enemigos de tu cosecha, como el trip o la araña roja.

Cómo detectar una plaga de mosca blanca

Las moscas blancas viven en el envés de las hojas, donde ponen sus huevos y se alimentan de la savia perforando los tejidos blandos exteriores. Este daño eventualmente se vuelve perceptible en la parte superior de las hojas. Aunque son pequeños, estos insectos voladores pueden desarrollarse en grandes cantidades y drenar los nutrientes de tus plantas rápidamente.

Como la savia es rica en azúcares, pero pobre en proteínas, las moscas blancas deben extraer una gran cantidad de savia para obtener las proteínas que necesitan, mientras excretan el exceso de azúcar en forma de melaza
Como la savia es rica en azúcares, pero pobre en proteínas, las moscas blancas deben extraer una gran cantidad de savia para obtener las proteínas que necesitan, mientras excretan el exceso de azúcar en forma de melaza

Además, la mosca blanca puede transmitir numerosos virus a través de su picadura, produciendo diversas enfermedades que se pueden contagiar a las plantas. La mosca blanca adquiere los virus de malezas o plantas cultivadas infectadas y después los transmite en unos pocos minutos a plantas sanas.

Al igual que los pulgones, las moscas blancas dejan un excremento dulce y pegajoso conocido como melaza, que puede causar la formación de fumagina (o negrilla), un hongo oportunista que se muestra como una especie de polvillo negro sobre la superficie de las hojas, que debilita aún más las plantas al evitar que realicen la fotosíntesis correctamente.

Pero más allá de los rastros visibles de fumagina o de melaza, existen otros síntomas de la infestación de mosca blanca, que pueden detectarse antes de que sea demasiado tarde. Por ejemplo:

  • Moscas que salen volando al sacudir la planta: la señal más evidente e inequívoca es ver el insecto que sale volando del envés de las hojas.
  • Clorosis: las hojas de marihuana empiezan a perder el color verde, se secan y terminan por morir.
  • Crecimiento lento: a medida que aumenta la plaga en la planta de marihuana, sus funciones metabólicas se ralentizan, disminuye la producción y el deterioro del cultivo se hace evidente, adquiriendo un aspecto cada vez más débil y enfermizo.
  • Hojas perforadas: o unas marcas muy características circulares producidas por la succión, de un color amarillento y con un diminuto punto interior producido por su aparato dental con doble función (picar y chupar).
  • Diminutos huevos: de apenas 0,25 milímetros (mejor usar una lupa) y que dejan en el envés de las hojas.
  • Aparición de un polvo blanco: rodea a las agrupaciones de huevos y lo secretan los adultos por sus glándulas abdominales para su protección, al igual que puede hacer la cochinilla algodonosa.
  • Presencia de hormigas: son atraídas irremediablemente por la dulce melaza. Se trata de una relación simbiótica que favorece a ambas especies, ya que las hormigas obtienen alimento, la melaza, y la mosca blanca recibe protección.

Los huevos de la mosca blanca son ligeramente alargados, curvados, de color blanquecino recién puestos, para tornarse de color oscuro conforme madura el embrión
Los huevos de la mosca blanca son ligeramente alargados, curvados, de color blanquecino recién puestos, para tornarse de color oscuro conforme madura el embrión

Tratamiento para erradicar la mosca blanca

El tratamiento de las moscas blancas es un desafío, ya que son insectos que pueden desarrollar rápidamente una tolerancia a los insecticidas y otros pesticidas químicos. Según la gravedad de la infestación, es probable que se necesiten múltiples tratamientos. Algunos funcionan mejor para matar huevos y ninfas, otros son más adecuados para adultos. Estos son algunos métodos que puedes utilizar:

Métodos físicos

  • Nivel de efectividad: bajo

- Retira las hojas afectadas: debido a la forma en que las moscas blancas se agrupan, se pueden quitar partes u hojas enteras. La poda es la forma más directa de eliminar las crías de mosca blanca, pero es poco probable que las erradique por completo.

- Limpia las plantas: Puede sonar a broma, pero unos buenos manguerazos (si cultivas en exterior) puede hacer dispersarse las moscas blancas y ayudar a aflojar los huevos y las ninfas 'fusionadas' con la parte inferior de las hojas. Usa el sentido común: ten cuidado de no usar demasiada presión y hazlo con plantas bien desarrolladas.

- Tiras adhesivas atrapainsectos: Otro método es colocar cerca de nuestras plantas tiras adhesivas amarillas con feromonas (a este tipo de mosca le atrae el color amarillo) para que se peguen las moscas blancas cuando agitemos las plantas y consigamos que salgan volando.

Uno de los principales objetivos del control de la mosca blanca es evitar que la cosecha se vea infectada por alguno de los virus que estos insectos puedan transportar, por lo que es importante eliminar las malas hierbas o restos de otras plantas cercanas al cultivo.

Métodos biológicos

  • Nivel de efectividad: alto

Entre las posibles soluciones naturales, también podemos acudir al control biológico de plagas, es decir, a introducir en el cultivo aliados que acaben no solo con las moscas adultas, sino también con sus larvas y sus huevos.

- Se sabe que las crisopas (Chrysopa), las mariquitas (Delphastus) o los ácaros depredadores (Phytoseiidae) se dan un festín con las moscas blancas. La avispa Encarsia formosa también es capaz de mantener la plaga a raya si introducimos dos o más individuos. O una chinche depredadora como Macrolophus caliginosus también es otro depredador voraz de esta especie.

- Verticillium lecanii es un hongo beneficioso, un parásito entomatógeno muy usado en el mundo para el control biológico de mosca blanca y pulgón (en menor medida trips y araña roja). Actúa por ingestión y contacto; y puede utilizarse con plena confianza pues no deja residuos y es totalmente inofensivo para el hombre y los animales.

- Si cultivas marihuana en exterior practica el policultivo o la llamada "asociación de cultivos", que no es otra cosa que plantar cerca del cannabis otros vegetales que ahuyenten a la mosca blanca: caléndulas, claveles chinos o albahaca funcionan de maravilla.

La larva de crisopa se caracteriza por una alta capacidad de búsqueda, intensa actividad, movimientos rápidos y por ser muy agresiva. Y prefiere insectos de cuerpo blando como las moscas blancas
La larva de crisopa se caracteriza por una alta capacidad de búsqueda, intensa actividad, movimientos rápidos y por ser muy agresiva. Y prefiere insectos de cuerpo blando como las ninfas de mosca blanca

Métodos orgánicos

  • Nivel de efectividad: muy alto

- Aceite de neem: realmente puede ayudar a evitar que las moscas blancas se propaguen tan rápidamente. Los adultos no querrán aterrizar en las plantas después de la fumigación y las ninfas lo ingieren y las mata. Es tan efectivo que incluso puede disuadir a las hormigas. Aplicar 2-3 veces por semana, lavando las hojas de las plantas por ambos lados, con mucho cuidado de no romperlas.

- Cola de caballo: uno de los fungicidas más eficaces en agricultura ecológica, al que incluso se le reconoce acción insecticida contra pulgones y araña roja. Diluir una parte de cola de caballo por 4 de agua. Pulveriza a última hora de la tarde por toda la planta haciendo especial hincapié en el envés de las hojas. A modo de prevención se puede usar cada 6 días y, si es para tratar una zona, repite cada dos o tres días.

- Jabones insecticidas: funcionan bien para todo tipo de plagas de cannabis y se pueden usar de manera efectiva contra las moscas blancas. Son completamente seguros, pero es mejor no rociar sobre los cogollos. Por ejemplo: en 1,5 litros de agua añade una cucharada de jabón neutro y pulveriza tus plantas. Hazlo a última hora de la tarde una vez por semana.

- Remedios ecológicos: si ya tenemos nuestro cultivo afectado, aparte de lo anteriormente mencionado, podemos usar distintos insecticidas ecológicos como la rotenona y las piretrinas (comúnmente utilizados en agricultura ecológica como alternativa a los productos químicos). Funcionan bien, y pueden alternarse sus aplicaciones con otros insecticidas como las infusiones de tanaceto o de ajenjo.

Métodos químicos

  • Nivel de efectividad: teóricamente extremo

Si todo lo demás falla, siempre podemos recurrir en última instancia a algún insecticida químico de las muchas marcas que existen en el mercado. Debemos saber, eso sí, que la mosca blanca es capaz de inmunizarse contra algunos de estos productos; y que las más afectadas con este tipo de tratamientos son las larvas. Pero si queremos un cultivo orgánico y respetuoso con el medioambiente, así como la seguridad total de los consumidores, no recomendamos el uso de productos químicos.

Debido a un uso excesivo de los insecticidas, la mosca blanca presentan una enorme facilidad para desarrollar resistencia a numerosos productos, incluso materias activas novedosas han llegado a causar fallos de control (Photo by Oregon Department of Agriculture, -CC-by-sa-2.0-)
Debido a un uso excesivo de los insecticidas, la mosca blanca presentan una enorme facilidad para desarrollar resistencia a numerosos productos químicos; incluso materias activas novedosas han llegado a causar fallos de control (Photo by Oregon Department of Agriculture, -CC-by-sa-2.0-)

Consejos para prevenir la aparición de la mosca blanca

No hace falta decir que la prevención es siempre la mejor solución para cualquier problema potencial de plagas. En este caso la limpieza no es una necesidad, sino una virtud, pues tener tu entorno de cultivo lo más pulcro posible es clave, al igual que mantener unas condiciones de cultivo adecuadas que no pongan en riesgo tus plantas de cannabis.

Las recomendaciones en este sentido van desde instalar ventiladores potentes en nuestro cultivo de interior, con los que evitar que las moscas se posen en nuestras plantas, hasta colocar filtros en todas las ranuras de la ventilación e impedir que cualquier insecto acceda a la habitación. Si estás trabajando con esquejes de otros cultivadores, es muy importante que las plantas nuevas que lleguen al espacio de cultivo pasen un periodo de cuarentena, durante al menos una semana, para asegurarse de que no estén infectadas.

Y por supuesto, controlar el exceso de humedad, aplicar una ventilación eficiente y evitar que la temperatura ambiental sea demasiado elevada, por encima de 25ºC, puesto que eso propicia la llegada de la temida mosca blanca, un insecto al que no querrás ver ni en pintura.

25-02-2022 Manual de Cultivo

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