Las variedades autoflorecientes proceden de cruces con Cannabis ruderalis y se caracterizan por florecer según su edad y no por el fotoperiodo. Esto significa que empiezan a formar flores entre la segunda y cuarta semana desde la germinación independientemente del número de horas de oscuridad que reciban.
Este patrón las hace especialmente interesantes para armarios de madres o pequeños armarios auxiliares porque puedes mantener un ciclo de luz largo y estable para tus plantas madre convencionales por ejemplo 18 horas de luz y 6 de oscuridad y a la vez cultivar autos que completarán su ciclo en unas 10 12 semanas sin necesidad de cambiar el temporizador.
Frente a las variedades clásicas, las automáticas suelen ser más compactas, más rápidas y con menor tolerancia al estrés pero permiten varias cosechas al año en espacios muy reducidos y sin complicaciones de cambio de fotoperiodo.